ANTONIO VEGA: MIS CUATRO ESTACIONES

“Mide el ángulo formado por ti y por mí, es la solución a algo muy normal aquí. Ahora tú no dejes de hablar, somos dos relatos y un par, incógnita que aún falta por despejar. “ Antonio. Vega murió despacito en un céntrico hospital de  Madrid  al suave ritmo de unos fríos ventiladores que lo mantuvieron aferrado a la vida con el diminuto peso de una pluma. Se fue  a los 51 años, la misma edad que abrazaba mi padre cuando en una tibia mañana de enero también se murió . Curiosamente los dos se  llamaban Antonio, igual que yo, uno de ellos se murió de tanto intentarlo y el otro lo hizo porque el mundo siempre fue demasiado pequeño y nunca  resultó posible que en él pudieran caber los dos . Han transcurridos muchos años y todavía no tengo claro quien murió de qué ni porqué ocurrió , es lo que tiene de mortal el dolor , habla en un idioma que no conoces , intentamos olvidarlo con tanta fuerza que después somos incapaces de recordarlo . Y así nos va. Yo de Antonio Vega recuerdo sus canciones, casi que me sé de memoria todas sus letras... El siempre me acompañaba, y bien es cierto que son todos recuerdos muy tristes, recuerdos de rupturas, de almas expuestas, recuerdos de  vendavales que te despedazaban cuando lo que estaba en juego era la salud de tu propio corazón. Tal vez sea  esa la razón de que lo lleve tan dentro de mí,  o quizás fue que al final del camino me sentaron geniales tantas y tantas canciones de amor , es difícil  saberlo, yo todavía no lo sé.  Cuando escuchaba a Antonio volaba aunque siguiera clavado en la silla donde estuviera escuchándo su musica.El  siempre lo conseguía , tenía ese don ,  había un momento en el que si te concentrabas , si conseguías quedarte a solas con su música ,  notabas como cada nota  sonaba al compás de uno de los latidos de tu corazón, y eso amigos , no se si es  mejor o si es peor , pero lo cierto es que jamás he logrado olvidar esa sensación. Voz de terciopelo siempre arropada por una sensación de que allí siempre podía acabar todo, de que no había más cojones y de que siempre podía ser el principio de cualquier fin, que aunque por un casual consiguieras salir indemne de aquello, era un hecho que a la vuelta de cualquier esquina te podía esperar cualquier pequeña decepción.  Más o menos eso siempre fue así.  Es bien sencillo , Si te gusta Antonio Vega , quizás hayas encontrado tu libro o tal vez no.... .