Antología policiaca se desenvuelve entre enigmas, asesinatos y personajes cuyos hábitos concuerdan con los perfiles exactos de un sospechoso. Con acercamientos a la corriente inglesa representada por Chesterton y Agatha Christie la obra policíaca de Rafael Bernal está repleta de suspenso, ironía y un humor inteligente que, juntos, aportan un ritmo constante. Este libro reúne lo mejor de la producción del llamado "género negro" del escritor mexicano: El extraño caso de Aloysius Hands, De muerte natural, El heroico don Serafín (1946) y Un muerto en la tumba (1988), "La muerte poética" (1947), "La muerte madrugadora" (1948) y "La declaración" (1967).
Valió totalmente la pena el buscar este libro. Una antología de novelas breves (tal vez cuentos extensos) dónde Bernal muestra las influencias de los grandes escritores policiacos. El manejo de la trama siempre dando el "tiro final" por donde menos uno lo espera, combinado con la genial forma de retratar la realidad cotidiana. En pocas palabras, pero bien definido, nos sitúa en el entorno de las acciones y nos da el panorama psicosocial de lo que viven los personajes. Estoy como Don Margarito (personaje de uno de los relatos de esta antología), también me desesperé con el lenguaje rebuscado de Don Teódulo, pieza clave en varios de los relatos; el ejemplo del personaje pensante, observador y "sinvergüenza" que hace la labor investigativa necesaria, es Don Teódulo tal vez, el personaje en el que se esconde nuestro autor dentro de sus historias. Sin duda, releeré El Complot Mongol, ya con este antecedente, estoy seguro que impactará en la forma de entender a los personajes. Super Recomendable. (Claro, si es que lo encuentran)