"Pero el humor de Velarde tiene características propias: no es ante todo, el chiste chocarrero el que él practica, sino la critica satírica mezclada inteligentemente con la moralización, y ésta, además, carente de toda solemnidad, apuntando más bien a lo natural, a lo simple, a lo austero, del "deber ser" humano. De otra parte, su gracia es de índole peruana, pero está como airada por una sólida cultura humanística y por el apego a ciertos valores esenciales de la ética cristiana"