Tras regresar de un largo viaje por Europa con su amado Gilbert, Ana descubre que ha habido muchas novedades tanto en Glen como en la propia Ingleside. Convertida ya en una mujer madura y disfrutando de su matrimonio, Ana es madre de seis traviesos niños que han heredado la imaginación y las ganas de buscar aventuras de su madre. Estos chicos y chicas ya han encontrado un lugar especial para ellos, el Valle del Arco Iris, pero no pueden ni sospechar las cosas que ocurrirán cuando otra familia se mude a la vieja mansión que se encuentra en las cercanías. El clan de los Meredith, los nuevos vecinos, está compuesto por dos chicos y dos chicas, a los que se unirá la pequeña Mary Vance, una niña que ha huido del orfanato y a la que los chicos Meredith deciden dar cobijo en su granero. Salvar a la huérfana será la primera de las aventuras que vivirán todos juntos. John Meredith, el nuevo pastor de Glen, que perdió a su mujer y educa a sus hijos de un modo poco ortodoxo, también terminará por abrirse al amor en su nuevo hogar.
Los hijos de Ana y los del pastor del pueblo tienen una amistad hermosa y leal. Los juegos, las travesuras y la bondad de estas personitas son una delicia.
En este séptimo libro vemos cómo los hijos e hijas de anna y los hijos del nuevo pastor de glen viven las diferentes aventuras en el valle del arco iris.
La historia y sus aventuras están interesantes, bien presentadas pero le bajo una estrella porque ya no hace mucha mención de personajes de libros anteriores.