Con apenas nueve años, Ana Bolena es enviada a la corte francesa con su hermana María, en lo que pronto descubre que no es sino una jugada de la alta política europea llevada a cabo con astucia por su ambicioso padre. Sin embargo, Ana no pierde el tiempo, pronto aprence a jugar sus cartas, y está dispuesta a aprovechar todas las oportunidades que la corte parisina le ofrece de ampliar sus conocimientos y experiencias (y encontrará un inesperado benefactor y consejero en la persona de Leonardo da Vinci). De un modo inesperadamente duro, Ana se enfrentará a un ambiente de promiscuidad, lubricidad y vicio en el que tendrá que aprender a moverse.
Una gran novela que te atrapa mostrando las intrigas de palacio en la corte francesa. Allí se educa Ana Bolena, adquiriendo una cultura y un refinamiento, que junto con su carácter e inteligencia determinarán su futuro. Muy interesante la mención a Leonardo da Vinci, amigo del rey Francisco I. No sé si realmente conoció a Ana, pero su papel en la novela hace de ella alguien todavía más especial. Genial libro.