Nueva edición de esta obra en el formato de la colección. Los aforismos de Lichtenberg combinan un agudo sentido del humor y de la ironía con un especial talento para jugar con el lenguaje y las etimologías. Sin embargo, lo más seductor de su obra es la rica imagen que nos ofrece del hombre enfrentado a su soledad y la modernidad de los planteamientos acerca de la ardua dificultad de los seres humanos para comunicarse entre sí. Una obra considerada como fundamental en la literatura alemana.
Varias veces he sido censurado por faltas que mi censor no tuvo el ingenio o la energía de cometer.
Mi hipocondria es ciertamente la capacidad de extraer en cualquier suceso de la vida, llámese como se llame, la mayor cantidad de veneno en beneficio propio.
Siempre he procurado imponerme leyes que sólo entren en vigor cuando me sea casi imposible violarlas.
Cuando releo mis viejos cuadernos de reflexiones, a veces doy con una idea propia que me satisface. Me sorprende que una idea se pueda volver tan ajena para mí y mi sistema, y me alegro tanto como si se le hubiera ocurrido a un antepasado.
Los hombres más sanos, más hermosos y mejor proporcionados son quienes están de acuerdo con todo. En cuanto se padece un defecto se tiene una opinión propia.
Es una lástima que beber agua no sea pecado, clama un italiano, ¡qué bien sabría!