A finales de los años setenta el crítico italiano Achille Bonito estableció el discurso de las corrientes artísticas que siguieron la línea de retomar el pasado, la expresividad, la fuguración o el color movimiento y definió a los transvanguardistas Sandro Chia, Francesco Clemente, Enzo Cucchi, Nicola De Maria y Mimmo Paladino, como los artistas que retomaron el concepto de la artesanalidad, la relevancia de la cita, los lenguajes del pasado desde una lectura presentista y rechazaron el sentido lineal de la historia, es decir, el darwinismo lingüístico. Próximamente a la venta.