Sinopsis de ¡CALCIO!

Oxford, 1947. Un duelo entre académicos lleva a dos amigos a buscar, en la Florencia del 1530, las claves del primer partido de fútbol de la historia, y con ellas, las de un momento decisivo para el futuro del continente europeo. Juan Esteban Constaín aúna la atracción, casi infantil, por el fútbol, con la aventura de hurgar en los archivos en busca de lo que nunca ha aparecido en los libros de historia oficiales. Una novela divertida y original, un texto apasionante sobre nuestra historia y la de un deporte que concita un entusiasmo unánime en todo el planeta.

3 reseñas sobre el libro ¡CALCIO!

Pensando en cómo intentar una reseña de este libro, partí haciendo una encuesta. Mi pregunta era muy sencilla: Si hubiera que enviar al espacio como mensaje de lo que somos, diez objetos seleccionados, ¿Incluirías un balón de fútbol? La preguntita la hice circular entre 10 familiares y amigos. Resultados: por el Sí, cero. Por el No, la diferencia. De todas formas, en honor a la verdad, hubo algunos que lo pensaron, como mi compadre Itamar, que fue casi futbolista profesional. Para otros, entre ellos la señora Huelmina la consulta sonó casi como a ofensa. Para mí, el futbol puede estar entre lo más importante, pero de lo menos importante, por supuesto. Y dicho esto, la mezcla entre fútbol y literatura es un brebaje que me atrae. Y más aún, cuando en una cacería (de libros) me encontré con este ejemplar, cuya portada trae inevitables recuerdos de otras épocas, porque los chuteadores de la imagen son igualitos a los que tenía mi padre y la pelota, muy parecida a una remendada de cuero, que yo intentaba infructuosamente levantar del suelo en los recreos de la escuela, pegándole con el alma y con mi zurdita de niño ante la mirada compasiva de los más grandes. Pero era una misión imposible. Pesaba más de diez kilos, mojada por la lluvia. Y a este Constaín le tenía ganas por las referencias de que era un escritor que había que conocer. Y aquí estamos, intentando decir algo de este ¡Calcio! (Fútbol en italiano), de 220 páginas. Parto por las sensaciones: más de cuatro risotadas en los primeros pasajes y luego una sonrisa acompañando buena parte del texto, tanto por las pinceladas de un humor bien puesto, como por la prosa bien lograda. A las risas y las sonrisas, es justo decirlo, también hubo algo de un gris tedio, tal vez cuando entraba en eruditas digresiones y notas históricas que se alejaban un tanto de la trama. ¿Y de qué va este Calcio? Con el debido cuidado de contar como límite aquello que aparece en la sinopsis, todo parte cuando en una reunión bien regada de académicos de Oxford, a un sabio profesor italiano, Modigliano de apellido, refugiado de guerra en Inglaterra, se le ocurre decir, muy suelto de cuerpo que el fútbol se inventó en Italia. Tamaña insolencia (la borrachera de eruditos era en suelo inglés), motivó un juicio ante un jurado. Un verdadero duelo, un épico enfrentamiento, en que Modigliano debe demostrar su tesis de que el fútbol nació en Italia, en Florencia, cuando los florentinos defendían con lanzas, espadas, uñas y muelas a su República, sitiados en su ciudad (la más hermosa de esos lares, sin duda hasta hoy) por las huestes del emperador en cuyos dominios jamás se ponía el sol, o sea ese señor Carlos V y del Papa Clemente VII (un Médicis que quería recuperar su ciudad). Luego de más de cinco meses de sitio, ya el hambre y el frío no se aguantaban (estaban en el invierno de 1530), tanto entre los sitiados como entre los sitiadores. Y surge esa idea enviada parece que por Dios, a quién ya sabemos, le gusta jugar (se encarna por ejemplo para meter goles en la mano de un jugador petiso, para que gane un Mundial). Y la idea es definirlo todo en un partido de Calcio, esa cosa que con tanta zalagarda (esta es palabra de mi abuela), jugaban los sitiados, mientras los sitiadores miraban desde fuera en la colina. Al todo o nada. Si gana Florencia, la libertad. Si ganan los de afuera, mayor gloria para el imperio y una propiedad restituida al santo representante de Dios. ¿Fue el primer partido de la historia? ¿Se jugó realmente? ¿Y quién ganó? Finalmente, debo decir que lo del Calcio suena la excusa perfecta para narrar una novela, en que se mezcla la historia, con la política, la aventura y la academia con sus archivos y disquisiciones. Don Juan Esteban me obligó (esto fue anoche una vez terminado el libro) a investigar para distinguir que hubo de histórico en lo que leí y que era lo inventado. En todo caso si a uno le toman el pelo de esta forma, no importa, porque igual se agradece el disfrute de una novela divertida como esta.


Es mi primer encuentro con la escritura de Juan Esteban Constaín y me gustó bastante pero debo reconocer que de este libro hubo un par de capítulos que me parecieron tediosos. Posiblemente no sea una carencia del libro si no la expectativa tan alta que yo tenía por el tema tratado y tal vez fui ansiosa al no llegar tan rápido y directamente al que consideraba el tema central del futbol que disfruto tanto. Sin embargo, en los capítulos más avanzados disfrute de manera delirante una de mis mezclas favoritas: futbol y la literatura.


Realmente Juan Esteban Constaín es único, su prosa es deliciosa y como él lo sabe, se divierte envolviendo a sus lectores con sus historias . Calcio mezcla de historia y humor, diversión y reflexión. Leyendo a Constaín se aprende y se goza. ¡Recomendado!


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FRASES DEL LIBRO ¡CALCIO!

Como en Sócrates, como en Séneca, la rebeldía es el único refugio contra la idiotez; y hay momentos en que la inteligencia solo puede ser una rebelión.


Publicado porAfrica Rubia

(...) y con ellos recordaba que hay hombres necios y hombres sensatos, y que los primeros suelen distinguirse por creer siempre que forman parte de los segundos.


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Pero está claro también que cada quien vive su vida como mejor le parece, y que acaso el alma no sea sino eso: los límites que todos trazamos dentro de nosotros mismos para juzgar a los demás.


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