Un niño de la calle habla durante tres noches con una trabajadora social. Sobre su vida, su dolor, su soledad. Lo hace en primera persona, con parquedad, abriéndose poco a poco. El relato apunta a una realidad, tremendamente dura, sobre la vulnerabilidad de la infancia. Una realidad sobre infancias robadas.
Y oyes como llora el viento de Dora Sales. Es una narración que gira entorno a una dura y violenta realidad que deben enfrentar día a día algunos niños que viven en la calle, probablemente no nos abra los ojos porque la conocemos, pero la idea es que no nos deje indiferentes al evidenciar en las escenas que leemos lo vulnerable que puede estar esta población. Son niños que por múltiples razones no cuentan con la protección del Estado, la familia, una persona o una entidad, solo cuentan con la soledad y un futuro incierto que lo más probable es que los lleve a delinquir El protagonista es un niño que enfrenta la pérdida de sus seres queridos viviendo en las fauces oscuras del bajo mundo donde orquestan las bandas, el sicariato, el tráfico y consumo de drogas en todas sus presentaciones. Es una lectura que invita a la reflexión sobre la falta de oportunidades, el valor que debe tener para todos la vida, el mundo brumoso que envuelve la calle, la soledad y la familia, estos temas y otros que surjan es importante que lo conversemos con nuestros pequeños.