Qué pocas veces puede encontrarse en la literatura un sensato punto medio entre la idealización ingenua y engañosa de la infancia y esa otra actitud que la concibe o la recuerda como una etapa siniestra, tétrica, traumática. Por eso es de agradecer que, a medio camino entre las gominolas y las amenazas, con una porción de miedo y otra de tarta, la debutante Elisa Victoria (Sevilla, 1985) haya logrado, ante todo, atrapar un ambiente, captar un modo de vivir en un determinado momento y en un determinado lugar, que sin demasiados disfraces fueron los suyos.
Vozdevieja nos narra la historia de Marina, una niña de nueve años con la cual en muchos momentos me he sentido identificada. Un llamamiento a la infancia, a los veranos en familia y a la relación entre abuela y nieta. Es imposible no querer a Marina y adentrarse en su historia. Su espontaneidad y sus reflexiones te hacen ver que es una niña bastante madura para su edad. Lectura fácil y ligera pero a la vez penetrante. Yo firmaría por volver a los noventa, y tú? ❤️❤️❤️
Novela contada con los ojos de una niña. Me gustó mucho porque en muchos momentos me sentí identificada con ella.
"Aquellos maravillosos 90". Esto es lo que pienso con este libro 😊 Marina tiene 9 años y es la prota de este libro. Vive en Sevilla, con su madre. También conocemos al novio de su madre y a su abuela (una joya de mujer). Este libro es ALTAMENTE adictivo, debo avisarlo. Ha sido un soplo de aire fresco: Risas, pensamientos impuros, palabrotas, pero también la infancia en los 90. Llamar al portero a tus amigas para que bajen a jugar, descubrir, hacerse preguntas, experimentar. Marina es una niña inquieta en todo los sentidos. Inteligente, avispada, graciosa, malhablada, sincera, aventurera... En ella encontramos una protagonista muy sorprendente. Vemos cosas que no nos extrañarán con su edad, pero también suelta cada frase, o hace cada cosa, que te deja pensando un rato, y eso, señoras, es de valorar en un libro. Esta niña no se preocupa solo de jugar con las Barbies (y no con nenucos, que son para más pequeñas😂). De pronto te argumenta lo que necesita en su vida: una figura paternal, una familia numerosa, que su madre no se muera, amigas leales, curiosas, divertidas. Vemos su relación con el novio de su madre (no tiene desperdicio), pero la que tiene con su abuela me ha ganado. La abuela es una reina, tenéis que conocerla. Tanto ella, como la madre de Marina, le hablan de manera muy natural de la vida, de qué ocurre, qué sienten, qué está bien y mal y por qué. Esa abuela que le habla a la niña del pasado con todo detalle, con esa sabiduría que solo tienen las abuelas y con un desparpajo único. Con este personaje me he divertido muchísimo 😊 Os recomiendo este libro a todo el mundo, pero sobre todo a los que habéis nacido antes de la mitad de los 90 😉
Lo que me da rabia es que se me considera vergonzosa, cuando no creo que la vergüenza sea algo que provenga de mi. Es un sentimiento inventado, incisivo, cruel.
Yo también me quiero ir del sistema, solo estoy disimulando porque sé que al otro lado no hay casi nada.
Eso sí que da miedo. La gente que dice que está perfecta, que es totalmente normal, que lo tiene todo controlado. De esa gente no te fíes un pelo.