Empiezo el libro y noto una narrativa profusa en adjetivos. Sigo la lectura y me percato que el escritor es de los que dan muchas vueltas para contar algo, descripciones que pasados cinco minutos ni recuerdo. Cierto que escribe bonito pero me resulta rebuscado y en cierto modo un poco pedante y aunque había empezado con alegría está novela cuando llevo como el diez por ciento veo que no avanza perdiéndose en detalles que me cansan. El libro no es para mí, o al menos no en este momento y eso que la sinopsis me atraía mucho así que lo dejo.