Somos de quien nos cuida, de quien nos dice que todo va a salir bien cuando creemos que todo va mal. Porque ni cuando piensas que todo va mal, estamos tan mal, ni cuando pensamos que todo va genial, estamos tan genial. La vida hay que compartirla para que nos den más perspectivas, para ver el mundo a través de otros ojos, para que nos en- cuentren salidas cuando no tenemos ni puta idea de adónde ir. Y no conozco otros ojos mejores para ver la vida que los tuyos, y no sé a quién cuidar si no es a ti. Y eso, que estoy bien pero que estaría mejor contigo
Que no hay días más grises o más claros: hay días en los que sonríes más y otros en los que sonríes de menos.
Quiero que sepas que si las cosas van mal, puedes mirar a tu alrededor y pensar que siempre podrían ir peor.
Y si no quieres creer ni en Dios, ni en el destino, cree en ti, en donde te lleven los tobillos, en lo que cuenten tus manos, en lo que besen tus ojos, en lo que llueva en tu rostro.
Pero también es verdad eso que dicen de que lo malo no es estar sola sino sentirse sola, aunque haya más gente que te habla.