UN SUEÑO REALIZADO

Al principio venía algo cabizbaja porque me estaba aburriendo un poco y..pues...no debería subestimar la capacidad de Cesar para descajetar todo😅. Por los clavos de Cristo!! Este hombre tiene un don!! Una habilidad única e insuperable para transformar cualquier hecho pequeño, cotidiano y anodino en una andanada trágica, caótica e INESPERADA. Esa es la palabra. Nunca abran un libro de César esperando, porque este muchacho es el dios del descontrol. Aunque mas que un dios, parece un duende pequeño, molesto y travieso. Reto a cualquier lector a tratar de anticiparse y adivinar el final de un libro del duende: 😁NO PODRÁN. Es imposible. Y que conste en acta que ya somos viejos amigos con César, por lo que debería estar familiarizada con su tendencia a lo impensable...pero no😅, nunca deja de sorprenderme. Si quieren, lean la sinopsis. Es lo mismo que nada. No hay manera de estar preparado para este libro. Por mi parte, puedo decirles que no siempre es fácil ver un sueño realizado: reencontrarte con la mujer de tu vida puede ser bastante complicado cuando se te interpone un ventilador de techo, un microondas, dos maridos celosos y un ex con ganas de quitarte a tu caramelito. Lo recomiendo? Ni muerta! Yo no me hago cargo de este desastre. Es más que probable que este libro me guste solo a mí y a la madre de Cesar Aira. Es extraño, absurdo, violento, imprevisible, exquisito y muy pero muy divertido. ✋ El tema del humor no es sencillo. Cualquiera puede hacerte llorar porque el dolor es universal: en mayor o menor medida, hay cuestiones que nos duelen a todos. Ahora, el humor depende en demasía del gusto particular de cada uno. Tal vez esto que a mí me divirtió, a ustedes les parezca una bufonada. Seguramente lo sea. Pero, bufonada o no, mis carcajadas desenfadadas rompieron el tedio de una rutina monótona y repetitiva. Y tal vez sea una felicidad efímera, pero por un rato, hay personas que te pueden sacar del pozo gris en el que te sumergis a diario. Reír es un bien preciado. Ilumina.

Segundo libro que leo de César Aira y debo reconocer que la primera parte fue un continuo (?) y luego risas e ironías del propio autor que sabe que está contando un gran absurdo, que, termina siendo un género en sí mismo. Por momentos me recuerda a John Fante y a Kennedy Toole. Lo seguiré leyendo pero entre la sinopsis del libro y el desarrollo del mismo la cabeza de Aira hace de las suyas