UN PUÑADO DE SEMILLAS

Un puñado de semillas de Mónica Hughes, me ha tocado alma, por la realidad que aborda sin ningún dramatismo al describir momentos muy duros que día a día pasan los niños que habitan las calles en las ciudades, pero también es una voz de aliento al reflejar que entre más oscuro este el cielo es porque pronto va a amanecer. Concepción, la protagonista, es una niña que vive en el campo, con su abuela un día la vida la pone en una situación apremiante y debe partir sola a la ciudad, dejando todo lo que tiene gran valor atrás. Parte de su terruño con la única posesión de un puñado de semillas, sin un lugar donde vivir, emprende una aventura que la lleva a conocer a unos niños que enfrentan la misma situación que ella, solo que estos para sobrevivir delinquen. La niña se hace amiga de ellos y logra influir positivamente en sus vidas al punto que juntos logran aprender que unas cuantas semillas no solo significa un plato de comida para calmar el hambre, sino que puede ser la oportunidad para mejorar sus vidas. En estas páginas con imágenes coloridas donde se recrea el desamparo, encuentro más que las difíciles condiciones que sobrellevan unos niños, miro que se promueven valores como: la amistad, la tolerancia, la solidaridad, el diálogo, la cooperación y la honradez. El mensaje es de esperanza y solidaridad, porque nos permite volver nuestros ojos al origen, a la madre tierra, al campo, los sembrados que simbolizan la esperanza, las semillas que al germinar no solo nos brindan alimento, sino también vida, nos ayuda a crecer por dentro con una gran conciencia.

Es un libro que cuenta la realidad de algunas países y su pobreza extrema. Es un buen libro para que lo niños empiecen a entender la suerte que tienen de tener un plato de comida cada día en la mesa.