Bil y Wil son muy amigos, son tan amigos que viven juntos. Un día, oyen ruidos raros en casa y comprenden que hay un ladrón. Se esconden, muertos de miedo, pero como quieren estar juntos y no caben en ningún sitio, se van al cobertizo del jardín. Al día siguiente, cuando se deciden a volver a la casa, ésta está completamente vacía. Pero ambos amigos siguen estando juntos, ellos no han desaparecido, y por eso son felices.