Herbert fue, además de poeta, un ensayista de una densidad y una capacidad comunicativa incomparables. La solidez y claridad de su prosa, que mantiene siempmre una extraordinaria belleza, es un auténtico prodigio. Nos hacce viajar a la vez por las tierras de Europa y por su historia: desde el arte y la cultura que arrancan de la pintura rupestre de Lascaux hasta hoy.