Tute, como el analista, cuenta también con un instante breve y una o dos frases para producir un efecto que genere un nuevo sentido. En este caso, la gracia del lector. Las escenas que discurren por estas páginas bien podrían ser sátiras ingeniosas de recortes de sesiones que, con su talento e inteligencia, el autor ha convertido en un hecho artístico.Gabriel Rolón