Un laberinto de palabras rodea la novela Tres golpes de timbal: cuadernos manuscritos, hojas sueltas, correspondencia, diversas versiones de cada apartado y de la obra completa, que dan cuenta de un arduo y obsesivo trabajo de construcción textual. Cada etapa del texto cuenta con otra que la precede y conforma su génesis. Esta obsesión de Moyano por corregir, expandir o condensar el relato, encuentra su posible explicación entre las anotaciones que el mismo autor va desplegando a medida que redacta la novela.