Sólo tienes tres minutos para confesar tus pecados... un escalofriante thriller psicológico sobre el bien y el mal. Prepárate para entrar en un mundo dónde nada es lo que parece. Imagina que al contestar tu celular, escuchas una voz misteriosa que te da tres minutos para confesar tus pecados. Si no lo haces, va a hacer volar en pedazos el automóvil que estas manejando. Así empieza una pesadilla que se va desarrollando con consecuencias cada vez mas graves. Una novela imponente que trata de lo bueno, lo malo y todo lo que hay entre ambos, Tr3s es una historia de suspenso psicológico que arranca a plena velocidad y tiene al lector desequilibrado con curiosidad hasta la ultima pagina.
Es un thriller como debe de ser, te mantiene en un hilo hasta el final en donde el desenlace es igual o más shockeante que todos los sucesos de la historia juntos. Excelente!
Tres, numero cabalistico, un manejo sorprendente de este numero, imbrincandolo en cada hecho, en cada muerte, en cada paso que da sobre el libro, con un final mas de 8 que de tres,
Aunque tardé un poquito interesarme del todo en la trama (no porque estuviera mal, sino que no estaba conectando con el libro) me gustó bastante. Me gustó como coquetean con una teoría y al igual que los personajes, yo estaba haciendo lo mismo. Las últimas páginas me volaron la peluca como diría Cris JAJAJAJA Muy bueno. 4 de 5 bombas
¡Sorprendente! Un thriller que deben leer todos los que buscan algo que los emocione e impacte porque sospechas de todos y a la vez de nadie, encuentras acertijos que te dejan pensando, pistas de las que no te puedes fiar y personajes que quieres pero que rompen tu corazón. Para mí es el mejor libro del autor y ya forma parte de mis favoritos.
Si había algo que odiaba era el desorden. El desorden era el enemigo del entendimiento
Había escapado a los demonios de su pasado y comenzado una nueva vida como una nueva criatura. Había depositado su viejo yo en la tumba, y a pesar de los persistentes recuerdos, estaba volviendo a vivir, como un álamo en primavera
Créeme, las cuestiones más profundas pueden enloquecer a un hombre; el asunto de la maldad es una de ellas
¿Y escoge el hombre simplemente el mal, o lo crea?, ¿es la maldad una fuerza que nada en sangre humana, luchando por hallar su camino hacia el corazón, o es una posibilidad externa en espera de ser formada?