TINTIN EN EL CONGO

"Es un insulto para los negros." Con esta frase llegó este cómic a los tribunales siendo censurado en distintos países, literalmente: "retirar de la circulación y prohibirlo en todo espacio público". Por constituir una apología de la colonización y del racismo, según los demandantes, acaecida en 2011. Debo tener la piel muy gruesa porque no me he sentido ofendido en ningún momento a lo largo de sus 70 páginas, también es de rigor saber contextualizar una obra publicada hace casi cien años. Tintín y Milú ya fueron guiados por la tinta y pluma de Hergé hacia Moscú para denunciar al régimen comunista, y en este segundo viaje nos plantea una visión del Congo paternalista y primitiva, aunque ha pasado mucho tiempo y le pesan los años en el diseño y desarrollo, es una aventura entretenida lejos de miradas inquisitoriales. Uno de los "pecados de juventud" de Hergé, confesado por el propio autor belga, cual rectificó partes de esta obra en 1946 y la edición de Reino Unido incluye un mensaje explicativo sobre su contexto histórico.

Tintin en el Congo es reflejo de la sociedad de la época y no es para estar orgullosos. Ni en el presente tampoco. Tintin es enviado al Congo para informar sobre lo que ocurre en éste país viéndose envuelto en múltiples líos.

Curioso, intrepido, aventurero, Tintin a todo dar. Junto a Milu se aventuran en el congo para resolver un caso que os juro ni sherlock holmes contaria con tal suerte y circunstancias que hacen posible sobrevivir a tantos aprietos. Las fieras, la naturaleza, los naturales y los siceñareos se comportan de tal forma que parece imposible sobrevivir; pero Tintin es pura magia de carne, un imán de las buenas vibras y un imperu a todo dar que cultiva un aura a lo grande. Me la he pasado de maravilla, super recomendable.

a día de hoy este comic sería impublicable tal cual fue creado en su día, lo que debería ser bastante significativo para hacerse una idea de la deriva ideológica en la que nos encontramos. Por otra parte, una obra muy simple y sin demasiado interés... poco que ver con los posteriores.

Me he propuesto volver a leer todos los "tintines", pero esta vez en orden de publicación. Tras "Tintín en el país de los soviets" que era una recopilación de las tiras aparecidas en un periódico belga (en blanco y negro) llegó "Tintín en el Congo", en color y con los trazos de dibujo que fueron ya los habituales. Tintín y Milú (con gran protagonismo para el perro en este libro) van al Congo (entonces belga) y son perseguidos por un enviado de Al Capone (nada menos) porque teme que descubra sus negocios sucios de tráfico de diamantes. Hoy en día, los animalistas hubieran puesto el grito en el cielo, por la matanza de fieras, pero eran otros tiempos. Los protagonistas son, exclusivamente, Tintín y Mila, aunque, curiosamente, en la primera viñeta aparecen los hermanos Dupond (Hernández y Fernández en la versión de habla hispana). Entretenido. Se pasa un buen rato con su lectura.

«Tintín en el Congo» es el segundo cómic de la serie «Las aventuras de Tintín» escrito y dibujado por Hergé. Inicialmente publicado en 1930 en blanco y negro, esta entrega cuenta con 62 páginas que relatan las peripecias de Tintín y su fiel compañero Milú en África, donde se enfrentan a malechores y animales salvajes. Al igual que otras obras de Tintín, este cómic ofrece una dosis considerable de diversión. Dada su posición temprana en la serie, la trama se sostiene principalmente mediante gags, aunque su simplicidad permite una lectura fluida y espontánea. Sin embargo, es innegable que este cómic ha envejecido de manera problemática. Casi cien años después de su publicación, la representación de los africanos como holgazanes, estúpid0s y vagos es objeto de controversia. Aunque no todos los personajes africanos en la historia se retratan de esta manera, es importante reconocer este aspecto crítico. Es por ello que en los últimos años, esta entrega ha sido objeto de debate, llegando incluso a ser retirada de la contraportada donde aparecen todas las portadas de la colección menos esta. Recomendaría este cómic a los aficionados de las aventuras de Tintín y a los amantes del salseo, of course.

Los guiones de Titin han envejecido bastante y no son muy políticamente correctos en nuestros días. Aún así, todavía son una parte importante de la narrativa gráfica.

Una historia muy amena no apta para ofendiditos.