No soy miedosa y no era miedo lo que me daba aquel enorme piso, de más de cien años, que añoraba sus grandezas muy cerquita de la plaza de Oriente. Me daba respeto, aburrimiento y rabia; rabia porque me sentía engañada? En mis últimos insomnios había observado que a partir de las tres de la madrugada se despertaban los crujidos, los roces y los chasquidos? De pronto, un relámpago sordo iluminó por un momento la habitación y dibujó, a contraluz, una pequeña figura a los pies de mi cama. El corazón me dio un salto, mi mente se preguntaba si lo había visto o lo había imaginado. Si era una ensoñación de mi cansado duermevela o realmente, había alguien al pie de mi cama. Alargué la mano bajo la almohada, con cuidado para no mover la colcha, y presioné la pera de madera que encendía la lámpara del techo. ¡Allí estaba! Fue sólo un segundo, porque de alguna manera, desapareció; pero tuve tiempo de ver sus ojos rojizos fijos en mí con asombro y la silueta de una cabeza achatada, en la que se dibujaban unas orejas puntiagudas?. TESA, 15 AÑOS
Punto 6 del reto semestral cumplido ☑️ Libro ganador de algún premio➡️Novela ganadora del Premio Edebé de Literatura Juvenil 2013. La historia es corta, muy rápida e interesante de leer y a veces te provoca curiosidad, por lo tanto puede gustar a lectores de entre 12 y 15 años aproximadamente, pero sinceramente de vez de una novela se le podría calificar de un relato corto, pero que nos vamos a esperar si solo son 128 páginas.