Sexo, amor, relaciones, espiritualidad… Partiendo de los antiguos textos sagrados, el tantra enlaza estos conceptos al tratar la sexualidad como un fenómeno espiritual. Consiste en unir lo que ha sido separado, la conciencia y la energía, lo terreno y lo divino, para que la vida fluya en armonía. El tantra nos permite aceptar el deseo, la pasión y el amor como un camino de despertar, pero también nos invita a explorar nuestra propia creatividad. Mediante la música, la poesía o el baile podemos atraer vibraciones divinas a esta conciencia terrena.