Sinopsis de SUR

En el amanecer de un día tórrido de agosto de 2016, en uno de los descampados de la ciudad de Málaga, aparece el cuerpo de un hombre moribundo cubierto de hormigas. Este hecho marginal de la crónica de sucesos da origen a la narración del día de una ciudad y su abigarrada realidad: policías y delincuentes, adolescentes y jubilados, sacerdotes y músicos ambulantes, médicos y reporteros, escritores y asesinos, drogadictos y chamarileros, místicos y supervivientes, camareros y constructores, vivos y muertos. En la gran tradición de las novelas que ocurren en un solo día, como Ulises, de James Joyce, Mrs. Dalloway, de Virginia Woolf o Bajo el volcán, de Malcolm Lowry; y de las novelas que se centran en el desarrollo de la vida de una ciudad, como Manhattan Transfer de John Dos Passos, Berlin Alexanderplatz de Alfred Döblin o Petersburgo de Andrey Biely, esta nueva novela de Antonio Soler es sin duda su obra más ambiciosa que solo un novelista con su experiencia podía acometer. La variedad de personajes, de situaciones, de registros lingüísticos, de técnicas narrativas, hacen de Sur una novela deslumbrante y fascinantemente rica en la que están todas las historias que hierven en una ciudad, oscilando cada día entre el infierno, la salvación o la insignificancia.

4 reseñas sobre el libro SUR

Novela, extraña, difícil, compleja. Te encandila o se te hace odiosa, pesada. Es como el collage de diversas imágenes bien encuadradas, enfocadas con arte, pero inconexas. Es como una batalla con múltiples frentes, dispersos y alejados, pero perteneciente a una misma guerra. Es como un patchwork de retales abigarrados, coloristas, deslavazados que solo la mano diestra de costura habilidosa e hilos mágicos fuese capaz de dar una forma definitiva, bella, hermosa. Soler escribe sobre su ciudad, la mía, de sus gentes, del maremagno social que la configura. De las gentes que puedes encontrarte cualquier día en el supermercado, en el quiosco, en la farmacia o en el bar de la esquina. Las voces de los personajes modulan sus palabras como modulan mis vecinos las suyas. En un andaluz natural, no peyorativo. Sus personajes son mis vecinos, los nuestros, los de cualquiera de nosotros. Con sus formas de vestir, de caminar, de moverse por el mundo, de amar y ser amados, de sufrir y hacer sufrir, de odiar y ser odiados. Seres humanos en definitiva con independencia de sus dejes y acentos. Las imágenes se suceden con frenesís, con golpes gráficos y efectos literarios, casi poéticos, veo la mella en su sonrisa cuando es descrita, la luz de una mirada entre tímida y capciosa. El cubismo hecho literatura. ¿A quien me recuerda Soler en su narrativa? A pesar de su peculiaridad descriptiva, en mi mente suenan campanas pero el origen de su repiqueo me es desconocido. Algún recuerdo remoto incita mi curiosidad. Sus personajes deambulan por el texto, algunos levitan, otros arrastran los pies pesada y ruidosamente. Se intercalan. Saltan de una esquina de la ciudad a otra, de un día concreto, en el que todo sucede, a recuerdos, al pasado. El sexo está presente en el libro de modo obcecado en ellos, más condescendiente en ellas, pero no por ello menos determinante. Hay escenas eróticas de enorme calidad literarias, muy alejadas de la obscenidad pornográfica y del mal gusto. El sexo, como en la vida misma, despojándolo de cualquier disfraz hipócrita es el epicentro que cosquillea nuestro cerebro, corazón, pulmones, hígado y riñones, que recorre con persistencia nuestra médula espinal de arriba a abajo y de abajo a arriba, hasta que a veces, con demasiada frecuencia, el órgano pensante no es el compuesto por la llamada materia gris sino el que tiene funciones reproductivas, entre otras cosas. Soler hace un alarde de maestro manejador de la habilidad narrativa hasta convertir todo esto en una novela extraña, difícil, compleja. extraordinaria y espectacular.


La historia se desarrolla en un ambiente obsesivo,con decenas de personajes,es un sin parar,en continuo movimiento por una ciudad con mucha vida,está no es nombrada en ningún momento,pero Antonio va dejando pistas con letreros,olores y algunos detalles para que sepamos de cual se trata.La novela tiene más de doscientos personajes de todas las escalas sociales que el autor logra enlazar con una maestría espectacular, formando un rompecabezas de vidas que se mueven en el mismo escenario durante 18 horas en un caluroso día de agosto. Es una obra arriesgada y compleja que pocos escritores se pueden permitir,pero Antonio Soler es uno de los que puede hacerlo y salir airoso.


Una novela polifónica que nos envuelve en el curso de la vida urbana, con sus sonidos, calles, olores y vidas errantes, todas transcurriendo en un presente difuso pero sostenido, lastrado, por un enorme pasado. Reconozco el tremendo trabajo del autor, un auténtico puerto de montaña que requiere un manejo narrativo muy curtido y una gran sutileza a la hora de armar una trama con tantos personajes, que son analizados con detalle sin perder la panorámica de conjunto. El estilo es atrevido, valiente, continuo, se mezclan diálogos y pensamientos, entre el mismo personaje o entre varios, formando un fresco costumbrista que te lleva en volandas mientras intentas no perderte nada de lo que te enseña. Reivindica al individuo disolviéndolo en la marea urbana, cada uno atrapado en sí mismo, pero conectado a los demás por un hilo invisible. La acción transcurre en un solo día de agosto, marcado por el calor pegajoso del viento terral, al que tan acostumbrados estamos por Málaga. Mi ciudad, mis calles. Y solo por eso, me siento satisfecho de haber iniciado esta larga y exigente aventura por el caluroso asfalto.


Sin duda la mejor novela que he leído este año. Es una novela con mayúsculas


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FRASES DEL LIBRO SUR

Se acaba el sueño en el que ha querido vivir y comienza la realidad que ha querido ignorar y que ahora, cuando ya es demasiado tarde, se hace insoslayable.


Publicado porEl lector utópico

Así que, rota esa relación, Ana era la dueña de su soledad, lo que es lo mismo que decir que era la dueña de su vida.


Publicado porEl lector utópico

-¿Sabes a lo que siempre le he tenido más miedo en toda mi vida?. Pues yo siempre creía que era miedo a no estar a la altura. -¿Y ahora piensas otra cosa? -Eh, no exactamente. He afinado, lo he econcretado. Siempre le he tenido miedo a mañana, eso es.


Publicado porDean Moriarty