No cabe duda de que la irrupción y consolidación de iek en el campo intelectual global es profundamente anómala: partiendo de una relativa marginalidad, iek se afianza ahora en la posición preeminente que ocuparon antes que él filósofos como Derrida, Rorty, Sloterdijk o Habermas, desde luego, pero ¿quién es, desde un punto de vista teórico, este performer, este interventor que opera sobre el paisaje intelectual contemporáneo?