Hace mucho tiempo, en una charca apestosa, vivía una rana diminuta y pecosa. Sus hermanos la llamaban Poquita Cosa, pero él prefería... ¡Sir Nenúfar, la rana valerosa! Sir Nenúfar tenía un deseo muy noble: crecer mucho, ser muy alto y tan fuerte como un roble. Una noche, antes de ir a dormir, leyó una historia que le hizo sonreír. Hablaba de una rana que al calor de un beso se había convertido en un príncipe de carne y hueso.