¿Para qué leemos? Desde luego no para aprender, "saber" más, cumplir con una obligación ni para elevar así los índices estadísticos. O al menos no debería ser así. Leemos, sobre todo y más que nada, para aportar un elemento de placer, alegría o felicidad. Los lectores "no se fabrican en serie". La lectura es un enorme fracaso en la escuela y la universidad porque hemos hecho obligación del placer.