Al orisha Shangó, muy venerado en Nigeria, Brasil, Cuba y otros lugares de África y América, se asocian símbolos como el fuego, el rayo, el tambor, el caballo, el gallo, diversas plantas, entre otros, que guardan estrecha relación con rasgos y atributos que distinguen al Dios. Una aproximación al estudio de todos ellos, así como a los nexos con otras deidades homólogas propias de otras culturas, es el propósito esencial de este ensayo en el que el autor hace gala de un eficaz lenguaje y abundante información, resumida con la pericia del investigador que conoce en profundidad su oficio y el tema tratado. Enriquecen el texto pequeñas historias atribuidas al Orisha. Toda la poesía inherente a Shangó, figura arquetípica del cubano de siempre, es descubierta en estas breves páginas que indudablemente representan una nueva contribución al estudio de este aspecto de la cultura cubana.
Un libro ensayístico muy interesante que habla sobre los símbolos de los primeros hombres de África y después de las nuevas generaciones que se esparcieron a lo largo del mundo. Lo recomiendo para todos aquellos interesados en las culturas en general, en el inicio de las relaciones humanas y particularmente en los interesados en Shangó y su figura, y en Cuba.