SEIS FORMAS DE MORIR EN TEXAS

Preciosa historia que nos acerca a temas como la pena capital o el transplante ilegal de órganos. Didáctico, intenso y bello.

Entrelaza dos temas, para mí, vergonzantes: la pena capital (nos sitúa en un corredor de la muerte de EEUU) y el tráfico de órganos llevado a cabo en China con prisioneros vivos . El nexo de unión es un corazón. Hay partes demoledoras, extraidas de fuentes de investigación externas, que la escritora utiliza con acierto y hace que no salgas indemne de la lectura. Pero lo que más me ha sorprendido es la calidad literaria de Marina Perezagua, que aborda el dolor psicológico con maestría a través de los ojos de Robyn (cuánto juego dan estos ojos) , quien aguarda su ejecución desde los dieciséis años. Eso y las reflexiones que hace sobre la condición humana, el dolor y la soledad, consiguen que la novela sea sobresaliente.

Un hombre es ajusticiado en China y su corazón es vendido a un norteamericano. El hijo del hombre ajusticiado debe encontrar el corazón, pues se tiene la creencia de que hasta que este no se pare y sea enterrado junto al muerto, no descansará jamás. Con esta entradilla te esperas un libro de venganzas, aventuras, o algo así. Y te encuentras con otra cosa. La vergüenza del tráfico de órganos (se me ha revuelto el estómago leyendo estas partes). La vergüenza de la pena de muerte. Sí, yo como todos si me matan a un ser querido la desearía o así lo creo, pero luego lees esto y te replanteas todo. ¿Hacia dónde se dirige el ser humano? ¿Avanzamos o estamos peor que en las cavernas? Lo peor es saber que es real, que los trasplantes de órganos tal como se cuentan aquí están ocurriendo, que la pena capital se está ejecutando y que el ser humano se va cada día un poco más a la mierda. “Hay dos realidades de la misma situación: la que todos ven y la que vive cada uno en la incertidumbre solitaria de sus pensamientos.” Me ha sorprendido mucho la forma de escribir de esta mujer a la que no conocía. No apta para mentes sensibles y a los que no les gusten las historias perturbadoras.

Ha sido una lectura suuuuuuper intensa!! He decidido dejarlo veinte veces y las mismas he querido seguir leyendo. Me alegro de haber resistido porque el final me ha dado algo de paz. Aun así, no lo recomendaría a lectores muy sensibles, hay pasajes que te ponen el cuerpo del revés. Está muy muy bien documentado y se nota el trabajazo de la autora.

Lectura muy original. Por momentos he sentido que estaba viendo una peli de Tarantino. Tiene partes epistolares con profundas reflexiones, y un final que me ha sorprendido mucho. Lo recomiendo