La poética de Benjamín González Buelta se caracteriza por su sentido profundo de la belleza de la creación, su amorosa ternura por las personas y su aguda sensibilidad ante la injusticia, la opresión y el pecado social. Sin embargo, lo que desea ante todo es abrir un camino para que otros puedan descubrir y experimentar al propio Dios que les habla y desea apasionadamente revelarse en la belleza de la creación, en la ternura de los sentimientos y de las relaciones amorosas y en la indignación y el dolor que se hace oblación sin retorno de la propia vida frente a la injusticia y el sufrimiento ajeno.