El hada Rosa adora jugar al escondite con todas sus amigas. En esta ocasió, además, tiene un premio muy especial preparado para ellas. Un premio de invierno dulce, rojo y delicioso. Cuando empiezan a jugar, Abejorro decide unirse a ellas y acaba siendo el ganador y consigue ganar un fantástico cesto de fresas que al final Rosa acabará distribuyendo entre todas.