Hablo por su boca
mientras sigue
pensando qué decir.
Vivo en su envés,
miro
por la rendija negra
de su parpadeo.
Soy la página
que rompe,
la nota
que no sabe descifrar,
la errata
que olvida
corregir.
Soy su mitad o más.
Pero no tengo nombre.
0 reseñas sobre el libro PORNOGRAFÍA PARA INSECTOS