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Sinopsis de PLATA COMO CANCHA

Una exhaustiva investigación periodística que revelan secretos, impunidad y fortuna del político peruano César Acuña Este no es un perfil oficial ni una biografía autorizada. Es más bien la exposición de un proceder, de una conducta. El periodista Christopher Acosta Alfaro escarba en la narrativa que el actual candidato a la presidencia del Perú, César Acuña, ha urdido durante años tanto política como comercialmente. Y demuestra que solo su fortuna ha sido capaz de crear un sistema que compensa atropellos y silencia agraviados. Valiéndose de una exhaustiva investigación que incluye expedientes judiciales y fiscales, resoluciones gubernamentales, informes de inteligencia, acuerdos confidenciales, así como un amplio acceso al círculo más íntimo del político y empresario, el autor de Plata como cancha saca a la luz las piezas de un rompecabezas donde el poder y el dinero se solapan entre sí, en las historias que se cuentan aquí por primera vez. «Si César Acuña no fuera rico —señala Acosta Alfaro en estas páginas—, estaría, muy probablemente, preso».

5 reseñas sobre el libro PLATA COMO CANCHA

La codicia parece ser uno de los orígenes del mal en la sociedad. El presente libro, que es objeto de esta reseña, no lo menciona textualmente sin embargo puede extrapolarse aquella idea a lo largo de sus páginas. Es debido a la codicia que se compran voluntades, se corrompen autoridades, se forman contubernios, donde la idea de "El fin justifica los medios" impera frente a la ética para lograr siniestros propósitos. Existe en Perú una figura publica que encarna lo mencionado. Quienes no residan en Perú el nombre de Cesar Acuña Peralta les sea totalmente desconocido. Estamos ante un personaje, o mejor dicho, un personajillo que goza de una considerable fortuna a partir de su millonario negocio educativo (es fundador de tres universidades privadas) y de una conocida reputación negativa (un conocido semanario lo describe como un "plagiador contumaz") que ha conseguido a través de siniestros contubernios que ha sido descubiertos en posteriores investigaciones judiciales y que inexplicablemente nunca llegaron a dictar sentencia. Así mismo, es un personaje singular, poseedor de unos dichos que son objeto de burla en las redes sociales: "Una persona es feliz cuando logra su felicidad", "Quiero ser presidente porque no quiero que otros lo sean", "Al fundar la universidad hoy estoy celebrando la fundación de la universidad". El libro describe -de modo hipnótico y ameno- el periplo de este singular personajillo desde sus no tan humildes orígenes en una casa de campo en la sierra norte de Perú, pasando por su "exitosa" carrera en el negocio educativo y su paso por la alcaldía de Trujillo, unas de las ciudades más conocidas del norte del Perú, donde dilapidó los recursos del gobierno local para su reelección. Christopher Acosta -el autor de esta crónica- describe todos estos hechos de un modo notable, que atrapa desde sus primeras páginas, respaldado con mucha documentación y entrevistas de primera mano a aquellos que conocieron de cerca a este personajillo. Finalmente, comparto la idea del autor: "Si César Acuña no fuera rico, estaría, muy probablemente, preso". Un libro que recomiendo calurosamente.


Apenas es un botón de los hechos políticos en el Perú. Faltarían papel y tinta, si quisiéramos retratar a todos los "personajes" que estuvieron y están inmiscuidos en semejantes actos.


Muy bien investigado este libro que cuenta la vida y el origen de los billones del ahora candidato presidencial, César Acuña. Además, valiente, porque el personaje estudiado tiene los recursos para demandarlo y ganar el juicio, como tantas veces ha ganado juicios o los ha acallado a punta de billetes. Lo que me queda muy presente del libro es que el personaje central no tiene los millones que tiene por una especial inteligencia, sino por una astucia soterrada y una gran concha. Su falta de escrúpulos es celebrada y alentada por sus allegados, a él no le importa traicionar a nadie, ni siquiera a hermanos o parejas sentimentales. Si bien es un personaje interesante, me alegra que esté lejos de ganar la presidencia del Perú (una vez más).


Antes de conocer los detalles que hay en este libro, tenía la idea acerca del protagonista como un simple esperpento de la política nacional; un mafioso millonario que hizo fortuna seguramente de forma irregular. Porque alguien tan incapaz de articular ideas coherentes, siquiera inteligibles y exprarlas, no demuestra sino una profunda falta formación, de educación. ¿Cómo hizo la fortuna que tiene?, ¿sus universidades?: pues, delito; lavado de dinero con narcotráfico quizás, no sé. Sin embargo, ahora me doy cuenta que en realidad, por más estúpido que sea a la hora de hablar, en el fondo no es tonto, todo lo contrario. Es un empresario muy inescrupuloso pero eficiente que aprovechó bien sus oportunidades, que manejó bien sus negocios ya sea que estos linden o no con el delito. Sus limitaciones con el lenguaje y los escándalos de plagio han puesto en evidencia parte de su naturaleza, y lo han alejado de la posibilidad de ganar la presidencia, pero solo por el momento. Por ello, esta interesante lectura amena, permite conocer con más detalle, y pone ya en total evidencia a este pintoresco y pernicioso personaje de la política peruana.


César Acuña es un millonario empresario y politicastro peruano que es un psicópata de libro: ególatra, traidor, plagiador, lavador de dinero, mentiroso, ladrón, populista, entre otras perlas. Con la fortuna que ha amasado sobre la base de tener un consorcio universitario que entrega diplomas basura a sus alumnos, ha construido una carrera política que lo ha llevado dos veces a la alcaldía de Trujillo, y también, dos veces, gobernador regional de La Libertad, al norte de Perú. En 2016 intentó fallidamente ser candidato presidencial: los medios lo hicieron polvo al escarbar en su delincuencial existencia. Este ensayo periodístico narra su nacimiento, vida, andanzas, formación de fortuna, obtención de maestrías y doctorados con tesis fraudulentas, matrimonios y parejas destruidas. Acuña demandó al autor de este ensayo por difamación y calumnia ante el poder judicial, quien fue condenado por un juez corrupto en primera instancia, meses después de apelar la abusiva sentencia Acuña desistió de continuar con el juicio al apreciar la ola de reacciones que la mencionada sentencia provocó: USA y Canadá opinaron al respecto, entre muchos periodistas nacionales, ya que el fallo cercenaba la libertad de expresión y creaba un precedente y jurisprudencia sumamente peligrosa para la prensa. «Si César Acuña no fuera rico —señala Acosta Alfaro en estas páginas—, estaría, muy probablemente, preso»


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