El interés mayor de esta obra obedece al hecho de que lo que no era más que una hipótesis, en la actualidad ha sido comprobado: el encuentro, por cierto tardío, entre Ricceur y De Certeau tuvo lugar más allá de la muerte. "Paradójicamente, el encuentro que debería haber tenido lugar entre Ricoeur y De Certeau en el campo de la reflexión sobre la historia, en verdad no se produjo. La hipótesis que desarrollo aquí es la de una cercanía completamente excepcional referida a sus respectivas concepciones acerca de lo que es la escritura de la historia.