El Antiguo Testamento no es un monumento literario huérfano. Por el contrario, pertenece a una gran familia de tradiciones del Mediterráneo oriental, originarias de Mesopotamia, Asia Menor, Siria-Palestina y Egipto. Algunos de los relatos contenidos en este libro, que se contaban ya en el año 3000 a.C., ofrecen hoy una perspectiva nueva sobre el trasfondo y la cultura de los tiempos del Antiguo Testamento. Los autores han reunido algunos de los textos más importantes del Oriente Bíblico y han escrito para cada uno de ellos una introducción que ilumina las tradiciones bíblicas similares.