La historia de una chica que creció en un orfanato y le dieron la posibilidad de ir a la universidad. La protagonista de esta novela ha sido criada en un orfanato. Un intento de desahogo la lleva a escribir sobre la vida en el orfanato John Grier. Un misterioso benefactor le ofrece anónimamente a Jerusha pagarle la totalidad de los estudios universitarios con el objetivo de que se convierta en escritora. Su única exigencia: comprobar que el proceso se está cumpliendo a través de un constante flujo de cartas, que él no responderá jamás. A través de cada escrito, el lector irá viviendo, sin duda, las aventuras de Jerusha Abbot empatizando irremediablemente con la protagonista. A pesar de haber sido escrito hace más de un siglo, Papaíto piernas largas continua cautivando con la sencillez, optimismo y la frescura de la protagonista. “No son los grandes placeres lo más importante; son en gran parte los pequeños –he descubierto el verdadero secreto de la felicidad, papaíto, y es vivir en el presente. No estar siempre lamentando el pasado o anticipando el futuro; para obtener el máximo hay que vivir este mismo instante...”.
Esta historia me encantó. De niña vi la serie animada, después leí el libro y la verdad me fascinó. Te atrapa en su historia
Fue mi segundo libro, mi mamá me regaló este libro que era de ella, me dijo "Ro es mágico, lo vas amar" y así lo sentí. HERMOSO
De los mejores libros que leí de chica y el primero que le di a mis hijas y ellas también lo atesoran.Conmovedor, tierno
Este libro me pareció ser la definición de lo que en 1912 era tener un “Sugar Dady”. Reseña completa: https://www.bibliophilove.com/?m=1
Este libro me recuerda a mi infancia, y a pesar de haberlo leído unas cuantas veces, aún me enamora. Aparte que ves las ocurrencias de la niña Abott y sus pensamientos, que eran muy adelantados para la época. Sin duda una lectura muy recomendada!
"Mi Dios es bondadoso y comprensivo, imaginativo, indulgente y piadoso...Y tiene sentido del humor".
No crea usted, Papaíto, que son los grandes placeres de la vida los que cuentan, sino el saber aprovechar al máximo los pequeños.