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Sinopsis de OTRAS COSAS POR LAS QUE LLORAR

Carolina es una mujer mayor. Es ama de casa, está casada y tiene un solo hijo. Su cuerpo tiene las marcas del paso de los años dedicado a las tareas hogareñas. Su memoria empieza a ser frágil: acumula olvidos y confusiones. Está asustada. El médico le recomienda anotar. Papelitos por todos lados retienen esa memoria que se le escurre entre los dedos. El único lugar propio, que alimenta sus recuerdos, es el patio de la casa, lleno de macetas, un limonero y un árbol de paltas. Pero ese lugar también parece derrumbarse. Una exquisita reconstrucción de costumbres y vida cotidiana de un pueblo, en la que los mandatos arcaicos, venidos de las profundidades de una Italia campesina inmigrante, se reflejan en una existencia sofocada. Desde la subjetividad más pura, Luciana De Luca pinta un cuadro de innegable objetividad. Un soliloquio poderoso, que no concede ni un milímetro a recursos fáciles; por el contrario, da forma y palabra a una mujer que no encuentra cómo expresarse en el denso tejido de obligaciones y postergaciones que conforman su historia y su vida. Como la de tantas otras mujeres.

3 reseñas sobre el libro OTRAS COSAS POR LAS QUE LLORAR

A pesar de que este libro toca un tema completamente anodino...es precioso❤. Bien escrito y bien estructurado, llega al lector en pocas paginas dejándole la sensación de que en el mundo hubo demasiadas "Carolinas". Mujeres como la protagonista, que fueron educadas para el sometimiento ciego y silencioso. Generaciones de chicas que por ser mujeres y por ser pobres, debían aceptar lo que les tocaba. Sea esto lo que fuere. A mí el libro me conmueve porque yo conocí a una Carolina que al igual que la ficticia, era huerfana, provinciana y humilde y que cuando llega a " la capital" hace todo lo que debe hacer: consigue trabajo, marido, hijo, cierra la boca, resiste y siempre dice sí querido. Esa Carolina (que en realidad era una "Mercedes") después de una vida de obediencia, murió sola en un geriatrico con tan solo una nieta que la quería y que llegó un día tarde... Vivía en Buenos Aires, tenía mellizos y no podía viajar tanto. Llegué el domingo a la noche, creyendo que la visitaría el lunes a la mañana...pero falleció a las tres de la madrugada. Me fuí al geriatrico, la abracé, le pedí perdón y le corté un mechón de pelo gris que aún conservo. Era un sol de persona que siempre siguió las reglas que le impusieron y que sin embargo solo tuvo una nieta llorando su muerte. Dudo mucho que el destino de mi abuela haya sido unico. Les pasó a muchas mujeres que fueron criadas para la sumisión. Igual que la protagonista: una mujer buena que agachaba siempre la cabeza y que tampoco tenía nada excepto...un patio lleno de plantas. Un remanso de paz que ella adoraba...hasta que el marido, sin consultarle, decide " reformarlo" y le tira todo abajo.  Como ven es una trama simple sin sobresaltos ni grandes pasiones pero que está escrita como los dioses. De una forma sumamente inteligente, Luciana aprovecha la enfermedad de Carolina ( alzheimer) para estructurar el libro. Las personas que lo sufren no pueden recordar lo que hicieron hace 5 minutos, pero sí lo que les ocurrió hace 30 años. Asi que la autora alterna dos líneas temporales relacionadas con los sintomas de la enfermedad. Unos transcurren en la actualidad y hablan no solo de la desesperación de sentir la decadencia de su memoria, sino también del desdén de los que la consideran un lastre ahora inútil. Pero hay capitulos en los que, como ella solo recuerda el pasado lejano, te cuenta como fue su infancia y su juventud y cómo llegó a casarse con un hombre al que no necesariamente quería sin protestar ni renegar nunca de la vida que otros le impusieron. A mí además, me recordó un poco a Juan José Saer porque Luciana, siendo mucho mas sencilla y accesible, comparte con Saer la habilidad de convertir la lectura en una experiencia sensorial. Las palabras de Luciana pueden tener olor, colores y texturas. Uno puede sentir vivídamente hasta la frescura de los piés hundiéndose en el barro. Una verdadera aventura sinestésica😍...que además me recuerda que somos hijas de una época y que yo que nací en un momento mas amable para con el genero femenino, debería tener mas tolerancia para con aquellas mujeres que no supieron tener voz. A veces...la educacíon no te da alas...te las corta.


La historia de Carolina, escrita por ella misma. Una anciana con Alzheimer donde nos va contando a través de fragmentos su vida. Donde esos fragmentos se van volviendo confusos como su enfermedad. Me pareció una historia fascinante. Retrato de una era patriarcal y de ciudad pequeña que aún a veces aquí en argentina sigue sucediendo. La sumisión de Carolina, las costumbres arraigadas de hacer todo lo que decía un hombre. Maravilloso texto. No le doy 5 Estrellas porque esperaba otro final pero todo el texto se disfruta por igual.


4* Lectura que me obligue a leerla poco a poco porque tuve la necesidad de hacerla durar más tiempo. Cada página me llevó a reflexionar muchas cosas, a identificar personas. No hay mucho por decir porque NECESITO que lo lean y sientan. PD: Participé en el club de lectura de @hechadepalabras en el que participó Luciana y fue un amor de persona apasionada y lectora de corazón como todos nosotros.


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FRASES DEL LIBRO OTRAS COSAS POR LAS QUE LLORAR

Así pasan las cosas. Nos partimos en dos, nos hundimos en los opuestos. Nos morimos y seguimos vivos; nos vamos lejos para intentar volver a casa.


Publicado porjonycarp