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LITERATURA CONTEMPORÁNEA
NUNCA COMETEMOS ERRORES UN INCIDENTE EN LA ESTACIÓN DE KRECHETOVA
ALEXANDR SOLZHENITSYN
Sinopsis de NUNCA COMETEMOS ERRORES UN INCIDENTE EN LA ESTACIÓN DE KRECHETOVA
El relato que ahora presentamos de Alexander Solzhenitsyn, quien acaba de ganar el Premio Nobel 1970 por «la fuerza ética con que ha mantenido las indispensables tradiciones de la literatura rusa», no es un «texto prohibido en la Unión Soviética». Fue publicado en 1962 en «Novy Mir» por su exdirector, A. T. Tvardovsky, amigo y defensor de Solzhenitsyn en la Unión de Escritores de la que éste fue expulsado más tarde.Reemplazamos el título original, Un incidente en la estación de Krechetova, por el de «Nunca cometemos errores», porque consideramos que esta frase, que Solzhenitsyn pone en boca de un oficial soviético durante la guerra, refleja perfectamente la atmósfera hermética que rodea al personaje principal. La narración no sorprende en absoluto por la forma, que se desarrolla normalmente dentro de la más sólida tradición novelística rusa. Sobrecoge, en cambio, lo grotesco y mediocre del pequeño mundo inútil de un oficial que siempre deseó ser enviado al frente y convertirse en héroe de la patria, pero que no es más que jefe de una estación fronteriza de segunda importancia donde su única diversión consiste en leer y releer el primero y túúnico volumen de El Capital de Marx que ha podido encontrar.
1 reseñas sobre el libro NUNCA COMETEMOS ERRORES UN INCIDENTE EN LA ESTACIÓN DE KRECHETOVA
INCIDENTE EN LA ESTACIÓN DE KOCHETOVKA ( NUNCA COMETEMOS ERRORES) - Alexandr Solzhenitsyn. Como en un obra teatral un escenario único, él de la estación en la que Zotov regula los destinos de los furgones de mercancías, en plena Segunda Guerra Mundial contra Alemania. Poco a poco Solzhenitsin nos desgrana las frustraciones de un hombre separado de su familia, tentado por el sexo femenino, intentando ser un buen valedor de un régimen que le impidió luchar en La Guerra Civil Española primero, y en el frente contra los alemanes ahora. Nos muestra pinceladas de hambre y penuria, frío y necesidad. Un buen soldado que se empeña en leer el primer libro de El Capital de Marx. Un buen soldado que detectará en Tveritinov, incoherencias que le obligarán a su detención. Pero la duda y la culpa, pese a seguir las instrucciones planean en él.“Nunca cometemos errores"no será suficiente afirmación para aplacar la conciencia.
