Si es Garcilaso de la Vega quien marca el punto de partida de nuestra poesía moderna, a Bécquer le debemos el haber puesto esa piedra fundamental sobre la que se sostiene la mejor poesía española contemporánea. Fue director de publicaciones tan importantes como El Contemporáneo (1864), El Museo Universal (1866) o La Ilustración de Madrid (1870), periódicos y revistas en las que fue entregándonos cientos de artículos y estudios, así como sus Cartas literarias a una mujer, Desde mi celda, o las muy populares Leyendas. Como poeta, apenas vio impresas en vida una decena de las célebres Rimas, siendo sus amigos quienes las editaron a partir del manuscrito hallado en un cuaderno de cuentas que él bautizó como Libro de los gorriones. Íntimamente unido a su querido hermano Valeriano (y no sólo afectivamente, como en esta edición se vuelve a remarcar), va siendo ya hora de reunir en un mismo volumen la obra conjunta de ambos artistas, cumpliendo así el deseo que no pudo cumplir Gustavo tras la muerte del primero.