NOTAS DESDE MI CABAÑA DE MONJE

Se trata de un libro de una belleza extraordinaria, escrito a principios del siglo XIII y que se ha constituido en uno de los grandes clásicos de la literatura japonesa. El género al que pertenece es bastante inusual, puesto que se trata de un ensayo en forma de poema, y para comentar el ensayo, hay que hablar antes del autor: hijo de un monje shonegi de alto rango y protector del Santuario Kamo, le correspondía heredar el cargo de su padre cuando falleció, pero no lo hizo. Una versión dice que nombraron a un primo suyo que tenía mejores relaciones públicas y otra que Kamo No Chomei simplemente no aceptó el cargo. Lo cierto es que se dedicó a la poesía y a la música. Tras una estancia en prisión por no cumplir con sus deberes de monje, se convirtió al budismo y se retiró a la montaña para vivir como ermitaño hasta el final de sus días, en una diminuta choza de tres metros cuadrados, y siendo repudiado por sus contemporáneos, aunque su talento le valió ser protegido del Emperador. Su composición lírica alcanza grandes vuelos, tanto en su contenido como en su forma, empleando recursos poco usuales en su tiempo y rescatando elementos de textos más antiguos. Con frecuencia se refiere al gran dolor que le ha significado su vida llena de tropiezos, y trata desde temas políticos como los problemas que llevaron al país al caos en el shogunato Kamakura; religiosos como la expansión del budismo o filosóficos como la temporalidad y lo efímero de la existencia. Su influencia es notoria en el desarrollo posterior de las letras japonesas.