Era conocido en todo el reino como Halcón, el legendario depredador, tanto en la batalla como en los tocadores de las damas. Ninguna mujer podía resistirse a sus engaños, pero ninguna había abatido todavía su corazón. Hasta que un vengativo ser mágico transportó a Adrienne de Simon desde Seattle a la Escocia medieval. Cautiva en un siglo que no es el suyos, era una mujer demasiado valiente, demasiado franca y sincera: un desafío irresistible para un seductor del siglo XVI. Obligada a casarse con el Halcón, Adrienne se prometió mantenerle a distancia, pero la capacidad de seducción de aquel hombre, dispuesto a derribar las barreras del tiempo y el espacio que se alzaban ante él y su presa, muy pronto comenzó hacer estragos.
-Una mujer que no sienta el menor deseo por ti. Una que sea hermosa, no, desvastadoramente bella, y que para colmo esté dotada de sabiduría e ingenio. Una que tenga un rostro y un cuerpo perfectos, y un "no" perfecto para ti en sus labios perfectos, mi perfectísimo amigo.[..]