Sinopsis de NEFANDO

Las experiencias de los jugadores son, ahora, el centro de los debates gamers en los foros más profundos de la deep web, pero sus usuarios no parecen ponerse de acuerdo: ¿era un juego de horror para frikis, una puesta en escena inmoral o un ejercicio poético? ¿Son tan hondas y retorcidas como parecen las entrañas de esa habitación? Seis jóvenes comparten un piso en Barcelona. En sus habitaciones se gestan actividades tan inquietantes y turbias como la escritura de una novela pornográfica, el deseo frustrado de autocastración o el desarrollo de diseños para la demoscene, subcultura informática artística. En sus espacios privados se explora el territorio de los cuerpos, de la mente y de la infancia. Mirillas hacia lo abyecto que los conecta al proceso de creación de un videojuego de culto.

5 reseñas sobre el libro NEFANDO

Causa un daño interno, pero no puedes dejarlo hasta terminarlo. El juego en el que participan sus protagonistas es moralmente inaceptable, pero la narración es tan eficaz que logra hacer entender el nivel de ficción en el que nos encontramos. Además la estructura es compleja pero bien lograda.


Por donde empezar... es un libro muy fuerte. No es nada simple leerlo. Cuesta muchísimo porque no es solo los eventos que se describen sino como se narran. No hay sutileza o delicadeza en la narración. Se exponen eventos de violencia muy graves. Es un libro que destapa una olla llena de cosas que todos sabemos que existen pero que nadie quiere leer. Más allá de decir que me gustó el libro, voy a poner muy en alto el coraje de escritora en mostrar su obra.


27. Nefando de Mónica Ojeda (6 de junio) Este es el tercer libro de Mónica Ojeda que leo y es el que más me ha dejado impactada, pero no puedo decir que me gustó, como me han gustado los dos libros anteriores que he leído: Mandíbula y Las voladoras; este libro es muy fuerte por los temas implicados y por el nivel de detalle que nos da sobre situaciones de abuso infantil. No lo recomiendo para personas muy sensibles, bueno en general, no lo recomendaría, es decir, si quieres leerlo adelante, pero bajo tu propio riesgo. Este libro, que si bien no tiene una narrativa compleja sí tiene escenas muy duras que son difíciles de digerir y de superar, me estremezco solamente de recordar algunas. Me ha dejado pensando mucho en esta “monstruosidad” de algunas personas, pero que como tal no podemos calificar de “monstruos” a quienes cometen crímenes tan atroces, porque le estaríamos restando responsabilidad a esa persona que los cometió. Este libro nos va contando la historia de un videojuego, bastante siniestro, mediante varias voces de quienes estuvieron involucrados en él; así que vamos conociendo un poco de la vida de cada uno de ellos. Cada quien tiene distintas problemáticas familiares, personales y sociales, que llegan a tocar las fibras más sensibles de nuestro ser, porque de verdad que el humano es capaz de tantas abominaciones, desde la exclusión, el maltrato psicológico y físico, la tortura hasta el abuso sexual y bueno, sabemos que muchas otras cosas terribles. Si algo ha caracterizado lo que he leído de la autora, es esa habilidad que tiene de manejar las palabras para expresar hechos tremendos y que me parece que es muy importante hacer literatura dando voz a quienes quizá no puedan contar sus vivencias para permitirnos reflexionar y hablar de todo esto que sucede pero que muchas veces se queda en el silencio; sin embargo, este libro me ha superado y no creo volver a leerlo de nueva cuenta.


“Nefando” cumple, sin lugar a dudas, con todos los requisitos para llegar a ser un clásico contemporáneo. Tiene ese encuadre a novela experimental, como “Rayuela” o “El ruido y la furia”, que, a pesar de disgustar a muchos, hacen de ella una novela única. Cualquiera que lo haya leído puede dar fe de ello. Para empezar, por sus juegos formales. A un nivel básico, juega a seis voces intercalando las perspectivas de sus diversos personajes. Esto, que en principio puede sonar muy complejo, y lo es, Mónica lo solventa haciendo una demostración de lo que es el verdadero oficio del escritor: Los recursos narrativos. Contando con unos 32 capítulos en apenas 160 páginas, a cada uno de sus seis protagonistas les dota de una personalidad propia gracias a estos recursos. Para Kiki, la tercera persona. Para Iban Herrera, la segunda persona. Para el Cuco, las entrevistas. Y para los tres hermanos se reserva las mejores y más imaginativas sorpresas. Todos ellos acompañados de transcripciones directas de poemas, pensamientos que se entrecruzan entre el pasado y presente, frases y muletillas, lenguaje en función de su nacionalidad y clase, foros de internet y dibujos. Hasta incluye una novela dentro de la propia novela: “Biblioteca de la pornovela hype”. Desde el punto de vista formal, es una verdadera masterclass sin precedentes. Pero lo más sorprendente, es que todos estos recursos tienen un sentido conceptual para hacer la trama más atractiva y misteriosa. El sutil hilo que conecta todo “Nefando” es un piso compartido en Barcelona entre seis jóvenes que deciden crear un videojuego con dicho nombre. A partir de esta sencilla premisa, iremos conociendo la vida de cada uno de ellos, sus miedos y filias, sus pasiones y pensamientos, hasta desembocar en los horrores del videojuego. Y es que, con el permiso de los más correctos, esta novela no es para ofendiditos ni estómagos sensibles. Viene pisando fuerte y arrasa con todo a su paso destrozando cualquier tabú social o personal. Sin ningún tipo de complejo, emula al Marqués de Sade actualizando el gore al siglo XXI. Conjuga un sexo brutal, asquerosa, lascivo y repugnante con unas reflexiones inteligentísimas que destrozan la mente de cualquier lector. Por decirlo de otra forma, tanto el gore como los formalismos no son algo gratuito, son trascendentales para que la novela pueda cumplir con su objetivo: Cuestionar absolutamente todas nuestras certidumbres. Plantea cuestiones existenciales acerca del arte y su desarrollo, realiza una comparativa entre la religión y el BDSM, muestra cómo nos marcan las relaciones paternofiliales a distintas escalas, lleva la ética y la moral a un terreno pantanoso donde todo es relativo y, como no, eleva el sexo a su máximo exponente. Estas son solo algunas de las que he podido captar, pero estoy convencido de que se me han escapado más de las que estoy dispuesto a admitir. Y, lo más sorprende es que no los trata a una escala superficial, todo lo contrario. Se inmiscuye en esos matices filosóficos y hasta culturales, sin miedo ni tapujos, destrozando todos los conceptos preconcebidos que habíamos forjado a fuego. Aunque al comienzo cueste entran en su atmósfera, si conectas con ese mundo tan particular que ha creado, si eres capaz de prestar atención a los pequeños detalles, si te encantan los rompecabezas imposibles, “Nefando” te fascinará. Te ilusionará. Te romperá en mil pedazos. Porque la única certeza que puedo garantizar, es que, una vez acabado, no serás la misma persona que comenzó a leerlo. Para bien o para mal. “Los poemas no son agradables, al menos no los que son buenos. La poesía que realmente merece la pena es la que te deja caer”. Hablar de Nefando es hablar de lo inefable. Hablar de “Nefando” es hablar del precipicio de lo inevitable.


Este novela de Mónica Ojeda nos muestra cuan perturbada pueden ser las personas.


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FRASES DEL LIBRO NEFANDO

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