MEMORIZAR

Alejandro Argentino Saúl (Tucumán, 20 de enero de 1927 - Buenos Aires, 25 de junio de 2015), ​ conocido por todos los argentinos como Alejandro Romay, fue primero un locutor, luego dueño de medios de comunicación y finalmente un empresario teatral.Si bien es cierto que este libro fue idea suya, no creo que haya sido autobombo, cuenta su infancia en Tucumán, sus estudios para ser técnico químico, una opción para salir de la pobreza y sus comienzos en la radio local.Su llegada a Buenos Aires como presentador de orquestas y la forma en la adquisición de su primera radio con la ayuda económica del gremio de los canillitas.También como fueron la exhaustivas negociaciones en Nueva York para obtener Canal 9 y los conflictos gremiales que siguieron. El dolor inmenso de perder su canal en manos de la dictadura y no resignarse a la expropiación, tanto es así que en 1984 se lo tuvieron que devolver y hasta la llegada de los multimedios fue el rey del rating.Y como la llegada de los multimedios hizo imposible la posibilidad de competir al menos en la forma que él conocía.Le decían el ZAR porque en sus medios era dueño y señor, era como esos patrones de antes que conocía a cada uno de sus empleados, conozco historias de gente que ha trabajado a sus ordenes de la forma en que los ha ayudado económicamente en tiempos de zozobra.Con su muerte al igual que Héctor Ricardo Garcia o Goar Mestre mucho antes, murió una forma de hacer medios en nuestro país, una forma donde uno conocía al dueño y le podía plantear cosas o pelearse. Hoy hay grupos empresarios y jóvenes gerentes que solo miran números.Si pueden conseguir este libro háganlo, es una edición muy bella. 

Excelente libro