Recién casada, una joven danesa, hija y hermana de militares, aristócrata y refinada, viajó a África, a Kenya, donde permaneció durante diecisiete años. Esa experiencia dio lugar a una novela que es una encendida declaración de amor a unos paisajes, a unas gentes y a unas culturas que se situaban en el polo opuesto de lo que había sido su pasado familiar y social. Una obra imprescindible que fue llevada al cine con gran éxito.
Este libro no es una historia de amor. Desearía haber tenido una mente más serena cuando lo leí. Es una historia para absorberla con los sentidos. Sin casi diálogos, es un libro de imágenes. De sensaciones que imaginar, de olores... Pero no, no es una historia de amor. De amor a una época, a una tierra, a un hogar. Eso sí.
Pensé que el propio Lord Nelson, en Trafalgar Square, sólo tiene leones de piedra.
Y lentamente, como si la tierra se inclinara hacia el sol, las herbosas laderas al pie de la montaña adquirieron un color de oro pálido, y también los bosques masái que estaban más abajo.
Denys me había dado una brújula, para seguir el rumbo, dijo, pero mas tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizás él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino.
"Cuando las cosas se ponen feas y no se puede seguir, intenta empeorarlas aún más. Cuando ves que no puedes seguir soportándolo, aguanta un momento más. Y entonces sabes que puedes soportar cualquier cosa".
"Al igual que el buen ciudadano encuentra su felicidad en el cumplimiento de su deber hacia la comunidad, así el hombre orgulloso encuentra su felicidad en el cumplimiento de su destino".