Josh McDowell no era creyente. Pensaba que los cristianos estaban locos. Se burlaba de ellos y los insultaba. Entonces decidió luchar en su contra con su propia Biblia, Hizo su propio estudio cuidadoso para comprobar que las afirmaciones de Jesucristo eran falsas. Para su sorpresa, descubrió la evidencia que demuestra exactamente lo contrario. Jesús, en lugar de ser un simple carpintero hebreo de hace mucho tiempo, era de verdad Dios como afirmaba ser.