En esta obra se narra el enamoramiento que se envuelve en la niebla de la poesía, que sirve de filtro, como en las películas que quieren huir de la resposa realidad. Un primer retrato del personaje nos lo describe así, "dentro de una cabellera de aire, una mirada de záfiro". El tono de sublimación de la realidad aparece como una constante en todo el recorrido del texto. Se diría que el Art Nouvea (modernismo) ha sentado sus reales en estas páginas; su escritura es de buen gusto, estilizada, burguesa, frívola, amanerada. Margarita de Niebla tiene que ser leída por las nuevas generaciones, pues nos muestra con nitidez lo que se hacía literalmente en esos años turbulentos que no parecían dejarle espacio a las expresiones culturales, sobre todo a aquellas que no se inscribían en el "nacionalismo institucional" que trataba de imponerse a sangre y fuego. Juan Coronado