MANHATTAN 45

JAN MORRIS

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Sinopsis de MANHATTAN 45

El 20 de junio de 1945, el Queen Mary atracó en la ciudad de Nueva York con 14.500 soldados estadounidenses que regresaban a casa. Los esperaba una ciudad sin igual: una tierra de júbilo, riqueza y optimismo, con un potencial infinito, el mundo de Dizzy Gillespie, Peggy Guggenheim y Jackson Pollock. Aquella era la ciudad reina y ese, el momento culminante de su historia. En Manhattan 45 Jan Morris describe la más carismática de las ciudades modernas en su apogeo cultural y económico. Con el brío, el ingenio y la exuberancia que la caracterizan, Morris recrea esta mágica ciudad-isla en 1945, evocando a todo color la excitación y la gloria de aquella época.Publicado originalmente en la década de 1980, es un clásico olvidado, una encuesta detallada y un intento de captar el espíritu de una ciudad que fue simplemente incomparable en el escenario global. Las capitales de Europa estaban en ruinas, las megalópolis asiáticas que más tarde se opondrán a la supremacía de Nueva York estaban aún a décadas de distancia y Manhattan se erigía como la única esperanza de un nuevo mundo. «Un recorrido delicioso por la ciudad de las maravillas al término de la Segunda Guerra Mundial […]. Evocaremos el pasado, viviremos el momento sin nostalgia ni sentimentalismo […]. Ingenio e imaginación, y una sensación exuberante de lo que d...

1 reseñas sobre el libro MANHATTAN 45

Cuando leí el título de la novela, lo primero que pensé es que se trataba de algún experimento realizado por los EEUU en dicha ciudad. ¡Oh sorpresa! Estaba equivocado. La novela nos ofrece una descripción de la ciudad de Manhattan en el ápice de su esplendor, y muchos la  consideraban  el "talismán" de una nación " para el que nada es imposible". Hablamos del año 1945, cuando un 20 de Junio, el transatlántico Queen Mary,  el segundo barco más grande del mundo y, probablemente el más famoso, trae al primer contigente de soldados estadounidenses, hombres y mujeres después de ganar la guerra contra Alemania Una ciudad que era todo garbo, ritmo, brillo afable. Era el presente seductoramente sublimado. Era el futuro que debía llegar. Ella encarnaba las expectativas levantadas por su reputación popular, en la medida en que una ciudad puede hacer tal cosa.