MALA RACHA

Después de leer la sinopsis esperaba una historieta en la línea de ''Carbono Alterado'' de Richard Morgan, pero lo que me encontré fue algo más simple, y a la vez más cercano e intranquilizador. Y es que el futuro que nos describe Cotrina es perfectamente creíble y aleccionador. Cuando la ciencia permita ese salto evolutivo que consistirá en pasar nuestra conciencia a una suerte de disco duro (no me cabe duda de que ese día llegará) y el sistema nos venda que almacenarnos en silicio y utilizar cuerpos sintéticos es el fin del dolor, la enfermedad o la muerte, ya nos habrán quitado lo único que a día de hoy nadie puede quitarnos. Nuestro cuerpo. Y hasta para eso tendremos que pagar... Ese día, historias como esta serán una realidad. Más allá del mundo descrito (que me ha seducido totalmente en pocas páginas), la historia parece caer en la simplicidad, pero varios giros argumentales no permiten que la atención decaiga hasta llegar a un final perfecto.