Layla y su madre ultiman los preparativos de un matrimonio que Layla se niega a contraer, porque no acepta la tradición familiar que la obliga a casarse con alguien que ni siquiera conoce; sin embargo, cuando finalmente conoce al que será su esposo, acaba por transigir. La incesante lluvia se encargará del resto, y le descubrirá un pasado inesperado.