1949. Dos jÛvenes m?sicos procedentes de Cuba llegan a Nueva York con sus instrumentos bajo el brazo. Instalados en casa de un familiar, los hermanos Castillo trabajan durante el día y dedican sus noches a la m?sica. Pronto se convierten en las estrellas de las salas de baile, en las que su orquesta toca boleros, mambos, rumbas y cha-cha-chás, la m?sica sensual y vibrante que los convertirá s?bitamente en los Reyes del Mambo.