LOS MISTERIOS DE JESUS, EL ORIGEN PAGANO DE LA RELIGION CRISTIANA

He aquí otro libro con un tema polémico lanzado a las puertas del nuevo milenio por la hoy extinta editorial Grijalbo, esta editorial, dentro de un sinnúmero de temas, contaba con títulos que podrían encasillarse dentro del plano del esoterismo y de aquellas teorías que no son aceptadas por el común de los investigadores ortodoxos. Sin embargo, los temas allí propuestos (Colección "Huellas Perdidas") no son nada baladíes, y, por lo menos los que yo he consultado, se basan en investigaciones precedentes y cuentan con un aparato crítico bastante formal, donde se citan las fuentes de cada argumento que presentan, lo que le presta algo más de seriedad a esta serie de libros. ¡Y vaya que lo necesitan para demostrar los temas propuestos! Por ejemplo, la tesis que presenta “Los Misterios de Jesús”, muy al contrario de lo sugerente que pueda resultar el título, no trata sobre “milagros” o “misterios” de tal personaje, sino, que trata de convencernos de su total inexistencia, o mejor dicho, de la nulidad de su existencia histórica. En vez de ello, proponen que la entidad de Jesús se basa en un símbolo creado por los judíos, y que su consistencia, es en realidad una cadenilla de avatares que provienen desde mucho más antiguo, proponiendo a Osiris-Dionisos como entes principales de tal símbolo resumido en la hipotética figura de Jesús de Nazaret. Los autores hacen una serie de paralelismos como por ejemplo lo relacionado a la hipóstasis de Osiris-Dionisos, es decir, las características trinas en estos personajes, asimismo, el hecho de que todos provengan de una madre mortal y hayan sido engendrados por un espíritu divino, la facultad de transmutar agua en vino o su relación con éste, el carácter ritualista de sus muertes, la aglomeración de discípulos en torno a estas figuras debido a sus enseñanzas, la muerte y posterior resurrección de cada uno de ellos de manera “milagrosa”, en este particular se hace hincapié en la manera de morir, pues, todos pasan por el martirio del descuartizamiento: Osiris es descuartizado por su hermano Set, Dionisos por los Titanes, y Jesús no fue descuartizado, pero el martirio de la flagelación y la posterior crucifixión, lo representa perfectamente. Los autores luego presentan otras pruebas, extrabíblicas, de la inexistencia del Jesús histórico, dicen, por ejemplo, que es extraño que una civilización tan rigurosa como la Romana, que llevaba registro de todo cuanto acontecía, no guarde, sin embargo, un registro histórico preciso de un hombre tal como el Jesús de Nazaret que proyecta la biblia, siendo un personaje tan enigmático y polémico, resulta hasta absurdo que no se haya tenido en cuenta en ninguno de los anales de la historia romana; también comentan que el testimonio de Flavio Josefo (único autor aparente que registra la historia de Jesús) fue falsificado por los Padres de la Iglesia... Por su puesto, y como es de esperarse, los detractores de las ideas de este libro también fue un auténtico aluvión que señalaba las faltas y errores de este texto. Ciertamente, errores muy probables, sin embargo, a mí, como lector, logró hacerme un "click", al aportar estos datos en pro a una idea tan irreverente, sobre todo, con el hecho de lo que yo siempre presuponía: ¡Qué Jesús no es más que un símbolo! Y junto a Jules Evola, comparto la idea de que se trata de otra divinidad solar que comprende los ciclos del "Astro Rey" o sea: tres días en el que se mantiene en un lugar más bajo y el 25 de diciembre inicia de nuevo su ascensión: ¡La dichosa Resurrección que comparte con tantas otras divinidades anteriores a Jesús!. El Libro de Timothy Freke y Peter Gandy me dio la entrada al gran pasillo del cuestionamiento de las principales figuras del cristianismo y su insospechada cercanía con otros dioses del paganismo,pues, comencé a divisar el marcado sincretismo tanto de las figuras como de los dogmas que suponen ambas caras de la moneda. A partir de la lectura de este libro, ya nada fue igual para mí, las líneas de lo "Sagrado y lo Profano" se desdibujaban en mi horizonte intelectual ¡Había comenzado el arduo y espinoso recorrido de la Mitología Comparada"